El Entorno: Alija del Infantado

La villa histórica de Alija del Infantado, en el sur de la provincia de León, es un entorno único por su contenido monumental y arquitectónico, con los vestigios de las diferentes civilizaciones que pasaron por allí a lo largo de los siglos, tales como celtas, musulmanes, judíos, romanos, nobles, templarios e incluso las tropas napoleónicas.

Situado estratégicamente en el Camino de Santiago/Ruta de la Plata, son numerosos los peregrinos que pasan cada año por la villa, y así lo indica la enorme Cruz de Santiago que preside, desde lo alto, una de las entradas. De hecho, por las calles de Alija discurre el trazado número 26, siendo el final de la etapa iniciada en Benavente.

De entre los monumentos más destacables, hay que mencionar el puente romano de La Vizana, sobre el río Órbigo, que antaño fue un enclave fundamental para la Vía de la Plata (sólo se podía cruzar el río por allí o por Hospital de Órbigo), hasta que en 1809 fue destruido por las tropas napoleónicas, para ser reconstruido casi un siglo después.

El puente, de cuatro arcos de más de medio punto de mampostería y pizarra, hoy acoge, a sólo unos metros, una hermosa playa fluvial.

Otro de los grandes protagonistas monumentales de Alija del Infantado es su castillo o Palacio de los Pimental (duques del Infantado), que se yergue majestuoso en la Plaza Mayor.

Aunque no hay acuerdo en torno a las fechas, se sabe que data de la segunda mitad del siglo XV o principios del XVI, pero en su interior se encuentra el palacio privado de los Ponces, más primitivo (siglo XIII), y allí se han dispuesto, a modo de recreación, unas cabañas de paja y troncos, así como las lumbres donde se cocinaba y secaban las pieles.

De planta cuadrada, está flanqueado por cubos en los ángulos, y torres cuadradas en la muralla, de las que algunas se han perdido (llegó a tener trece). Hoy día puede visitarse e incluso se organizan importantes eventos en su interior, en fechas señaladas como el Antruejo o la Fiesta Sacramental.

Al otro lado de la Plaza Mayor se encuentra la iglesia de San Verísimo, del siglo XII, que conserva la parte delantera de su nave central románica, aunque el resto mezcla diferentes estilos de distintas épocas. Llama la atención, también, su torre poligonal.

La otra iglesia, situada en el barrio alto, es la de San Esteban, construida entre los siglos XII y XVI, de modo que en el exterior predomina el románico, mientras que el interior es, principalmente, barroco, con un impresionante artesonado mudéjar en el techo.

Muy cerca, en el mismo barrio alto, es visita obligada las fuentes minero medicinales, conocidas como Fuente del Caño o de San Ignacio,  y que conservan las conducciones romanas del siglo III. En los años 90, se acometió una importante obra para realizar allí un mirador, merendero, y lugar de esparcimiento, que no deja indiferente al visitante.

Sus aguas tienen propiedades, entre otras, para enfermedades de la piel y reumáticas. Desde esta altura, se pueden apreciar unas vistas únicas de la villa de Alija del Infantado.

Además de ésta, existen otras famosas fuentes en Alija como la de Mendaña, Cerral y la Pajarina.

Por último, hay que destacar también la ermita del Bendito Cristo de la Veracruz, igualmente de estilo románico, y que da lugar a las famosas “Fiestas del Cristo”, celebradas el primer fin de semana de mayo.